Tristeza demente
Tristeza otoñal,
Que vas danzando entre hojas muertas,
Mientras la marcha invernal avanza,
Y el cristal se desvanece,
Cuando las murallas se hacen polvo
Se funden en el infinito.
Tristeza infinita
Irónica como el sol de invierno
Extraña formación de deseos
Esperando juntos el olvido,
Buscando quizás un recuerdo
Un punto esperanzado de cariños.
Esperada tristeza
Conjunto falso de extrañezas,
Vaso vacío de nostalgias,
Caminar errante buscando destino,
Gélida conmoción,
Sentimiento infinito.
¡Oh! Grito enajenado,
Si fuera voluntario te sacaría de adentro,
Te arrancaría con un puñal de mi alma
Sucia de tus malos presagios,
Haciendo fluir de mi todo lo que me impregnaste,
Arrojaría hasta tu contaminado nombre.
¡Perverso! Quítame de adentro esta tortura,
Deja que mi esencia torturada,
Olvide por un segundo tus deseos.
Por lo que te queda de humano,
Perdona mi condena,
Déjame desfallecer lejos de ti.
Quiero acabar con esta existencia,
Este arduo silencio,
Me está matando.
Déjame que acabe con el dolor,
Sólo una punzada, eso bastaría
Para ser libre de nuevo.
¡Déjame! ¿No te basta mi sufrimiento?
Ahora quieres tenerlo todo,
Dominar mi mundo inmediato,
No lo permitiría, si mis fuerzas
No estuvieran ya demasiado acabadas.
Quiero borrar de mi mente,
Tu cara bestial,
Tu carcajada perversa,
Tus manos asesinas cerca de mi cabeza,
Olvidar por una vez,
No temerle a la oscuridad.
Siento que esto acaba,
Al fin, eres solo un recuerdo,
Aunque dure sólo un segundo,
Saber que no estás cerca,
Que nunca más tendré que verte
Aunque el dolor siga latente en mi mente.
Marisol Soto González
4º A
No hay comentarios:
Publicar un comentario