Estimada jefa de UTP
Inspector general
Orientadora
Jefe de formación profesional
Colegas docentes
Asistentes de la educación
Queridísimas estudiantes infesucanas
El día 23 de Abril es muy especial para el mundo completo, sobre todo para los apasionados por las letras de Shakespeare, Huidobro, Mistral, Neruda y tantos otros. Es el día internacional del libro y los derechos de autor, el cual este año hemos decidido celebrar a lo grande durante una semana completa, la cual se cierra con el presente acto.
Como profesora de lenguaje y literatura me emociona ver que nuestras queridas estudiantes han experimentado durante una semana del goce que significa la lectura, el cual esperamos que perdure a través de los días y meses, y no quede sólo en esta celebración. Queremos que nunca olviden el lunes de la lluvia de globos y el miércoles de personajes literarios. Queremos, en suma, que tengan un grato recuerdo en su memoria ligado a la magia de la literatura.
Como miembro del departamento de lengua castellana y comunicación y coordinadora del CRA de nuestro establecimiento, quisiera además mencionar el contento que nos provoca esta celebración, donde por primera vez se realizó una feria del libro usado, la cual esperamos que se vuelva tradicional en nuestro establecimiento.
La lectura, como actividad, es la base del conocimiento humano, pero en este pequeño discurso quiero invitarlos a no verla sólo como una herramienta de estudio, sino también como una instancia de descubrimiento, de entretención, de sorpresa y de diversión. Quiero invitarlas a conocer la magia de Gabriel García Márquez, la pasión de Vicente Huidobro, la risa y el desenfado de Nicanor Parra.
No por nada los profesores de lenguaje dedicamos nuestra vida a la literatura, ella es una fuente inagotable de emociones, de descubrimiento, de un mundo completo que no existe en la realidad, que es ficticio, sin embargo igualmente nos conmueve e incluso puede torcer nuestra visión de mundo.
Para finalizar, quisiera invitar a nuestras estudiantes a dejar de ver la lectura como algo aburrido o carente de sorpresas, las invito a hurgar en las bibliotecas y buscar lo que les agrada, lo que será capaz de arrancarles una sonrisa o una lágrima de emoción. La verdad es que no hay libros aburridos, sino lectores que no saben encontrar su acomodo en el mundo de las letras.
Muchas gracias y disfruten esta última jornada dedicada al libro, la lectura y los derechos de autor.